Alcánzame la soga que allí cuelga
atada a las pestañas de la vida
como ancla del recuerdo que se niega
a dejarse caer en olvido suicida
Y en cuanto des reposo al cordel en mis manos
me lo amarraré al pelo como horca del alma
para volar así bajo el cielo empedrado
que brillante espera a verme florecer
Quizá pierda los ojos
para ganar la vista
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